Ya está a la venta nuestro Libro


Si alguna vez tuviste que decir “soy tu novia no tu mamá”, este es el libro ideal para vos.

Título: Así no lo hacía mi mamá
Autora: Georgina Urbani
Editorial: Martín de Crowder, Dora Patricia
Cant. de Pág.: 64
ISBN: 978-987543690-9
Origen: Argentina

jueves, 10 de septiembre de 2015

Así no lo hacía mi mamá - Capítulo 4: Venganzas cotidianas.


“ De todas las técnicas, los escarmientos cometidos en la cotidianeidad son los más felices. Porque nos ofrecen sus frutos para ser saboreados de inmediato: maduros, jugosos, como si la naturaleza hubiera modificado su ingeniería solo para nosotros. El goce, es multiple, o al menos, triple, porque se goza en la preparación puntillosa, en la ejecución y se goza al comprobar el resultado.”

QUIERO VENGARME DE TI
Silvia Itkin




Una de las ventajas de la convivencia, es que sabemos todo de la otra persona, gustos, costumbres, horarios y hasta pequeñas obsesiones que cada uno tiene. Porque todos sabemos que para cada uno hay esa cosa con la que ¡no se jode!.
Lejos de ser abrumadora, esta información nos provee todos los datos necesarios para poder realizar, diariamente si es requerido, ese bien merecido desquite con nuestro conviviente.

Toda relación se basa en la sinceridad, respeto, amor, etc., etc, pero también en esos pequeños desquites ultra gratificantes y cuasi inofensivos, pero altamente merecidos, denominados Venganzas Cotidianas.

Nuestro hogar compartido y la cotidianeidad otorgan un amplio campo de batalla para nuestras descargas emocionales que mantienen viva la pasión, la pasión por la justicia hogareña!!!.

Ocasionalmente sufrimos roces, discusiones, contrariedades y en más raras oportunidades algún que otro agravio intencionado o no, todas estas situaciones son oportunidades perfectas para poder practicar el arte de la venganza hogareña.

Para ser una justiciera domestica hay que armarse de paciencia, ser observadora, prestar atención a todos los pequeños detalles que puedan servir para ser usados en contra del ajusticiado.

Antes de adentrarnos en los castigos que podemos aplicar debemos realizar una escala de agravios. Debemos establecer que cosas merecen ser castigadas severamente, cuales dejarse pasar de manera individual y ser castigadas al llegar a cierto numero, y cuales solo requieren un reprimenda menor, como seria, sal en el café, por dar un ejemplo.

Una vez establecida la tabla de correspondencia debemos adentrarnos en los campos de batalla. La cotidianeidad nos otorga lugares comunes de fácil acceso, tales como cocina, baño y habitación, que suelen ser los mas utilizados, pero la era tecnológica nos acerca nuevos terrenos, como celulares, computadoras, play station y tantos otros, seriamente apreciados por todo hombre, pudiendo ser utilizados para las venganzas de mediano castigo, dejando el preciado medio de transporte, dicese de auto, moto o bici, dependiendo del poder adquisitivo e ideología en cuanto al medio ambiente de nuestro conviviente, como ultima alternativa para ser utilizado en caso de extrema necesidad de castigo a largo plazo.

La manera mas fácil de vengarnos es el ataque directo y confrontar , pero este ataque nos deja expuestas y listas para una pelea conyugal, si lo que nosotras queremos es reprender al agraviante pero no cortar nuestro vinculo con él, debemos realizar estos castigos de manera anónima, que las acciones no sean rastreadas hacia nosotras, pero que al mismo tiempo mantengan la duda de su origen.

Una vez establecido el castigo merecido y el campo de batalla elegido, debemos planificar el tiempo y duración del mismo.

Voy a ilustrar con algunos ejemplos:
Cuando tu marido pasa horas frente a la computadora, jugando jueguitos online con sus amigos o compañeros de trabajo, dejándonos todas las cosas a nosotras, y no solo eso, sino que nos dormimos con el sonido de explosiones, disparos y estos gansos dándose ordenes como si fueran soldados, la categoría de castigo es medio alto, y el campo de batalla es obviamente la computadora.

Una manera de proceder, es dejando que nuestros hijos, los mas chicos de ser posibles, “accidentalmente” jueguen con la computadora, sin darnos cuenta que la desconfiguraron, o sin querer ignoramos ese cartel que dice que hay que renovar el antivirus y abrimos una cadena que envió alguien que no conocemos.
Todo sin mala intención ni daño permanente. Este tipo de venganzas pueden repetirse dos veces por semana con intervalo de una semana, durante aproximadamente 2 meses.

Para algo mas leve, como que prometió pasarnos a buscar, lo olvido y tuvimos que volver en taxi, luego de esperarlo una hora, podemos durante toda una semana cambiarle todas las radios del auto, antes de que suba, sin reconocer que fuimos nosotras.

Para agravios menores, como algún comentario fuera lugar sobre nuestro peso, o pelo, o simplemente un comentario fuera de lugar, podemos utilizar los castigos menores:

- Conseguir una oferta de coliflor y darle esto de comer 3 veces en una semana.
- Empezar una dieta y que solo haya agua y ensalada para purificar.
- Podemos aflojar la punta inferior de la sabana de abajo, de la cama,
- Podemos colocar cuatro alarmas en su celular que suenen cada 2 horas durante la noche,
- Dejar destapado el dentífrico, el cepillo de dientes de cabeza, comprar el jabón que odia,
- Dejar las toallas del baño siempre húmeda, y dejar siempre el culito del shampoo,

Todas esas venganzas pueden realizarse de manera prolongada, combinadas, durante meses sin ser detectadas, provocando un malestar minimo pero persistente, el cual siempre trataremos de calmar mostrándonos comprensivas y atentas.

Tengamos en cuenta que el fin de estas venganzas es provocar el mismo malestar que nos fue provocado, mas un plus, por los cargos de planeamiento, para poder estabilizar el orden del hogar.

Encontrá mucho más en:

Capítulo 4: Venganzas cotidianas.



En esta oportunidad trataremos todos esos escarmientos o castigos que son facilitados en la convivencia, tanto como las categorías de agravios para merecerlos.
Siguiendo la premisa del formato radial presentamos “Así no lo hacía mi mamá” una ficción totalmente novedosa y diferente.
Para más información visitanos en: www.cineferico.com.ar




Ya está a la venta el Libro de 

"Así no lo hacía mi mamá".

Si alguna vez tuviste que decir “soy tu novia no tu mamá”, 
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Título: Así no lo hacía mi mamá
Autora: Georgina Urbani
Editorial: Martín de Crowder, Dora Patricia
Cant. de Pág.: 64
ISBN: 978-987543690-9
Origen: Argentina
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